Trump ordenó que Mueller fuera despedido, pero fue rechazado cuando el abogado de la Casa Blanca amenazó con abandonarlo
WASHINGTON - El presidente Trump ordenó el despido en junio pasado de Robert S. Mueller III, el asesor especial que supervisa la investigación de Rusia, según informaron cuatro personas sobre el asunto, pero finalmente retrocedió luego de que el abogado de la Casa Blanca amenazó con renunciar en lugar de llevar a cabo directiva.
La confrontación con el ala oeste marca ↗↖la primera vez que se sabe que el Sr. Trump intentó despedir al abogado especial. El Sr. Mueller se enteró del episodio en los últimos meses cuando sus investigadores entrevistaron a altos funcionarios actuales y anteriores de la Casa Blanca en su investigación sobre si el presidente obstruyó la justicia.
En medio de la primera ola de informes de los medios de comunicación que el Sr. Mueller estaba examinando un posible↥↦ caso de obstrucción, el presidente comenzó a argumentar que el Sr. Mueller tenía tres conflictos de intereses que lo descalificaron para supervisar la investigación, dijeron dos personas.
En primer lugar, afirmó que una disputa hace años sobre las tarifas en Trump National Golf Club en Sterling, Virginia, había llevado al Sr. Mueller, el director del FBI en ese momento, a renunciar a su membresía. El presidente también dijo que el Sr. Mueller no podía ser imparcial porque había trabajado más recientemente para el bufete de abogados que anteriormente representaba al yerno del presidente , Jared Kushner. Finalmente, el presidente dijo que el Sr. Mueller había sido entrevistado para regresar como director del FBI el día anterior a que fuera nombrado consejero especial en mayo.
Después de recibir la orden del presidente⇎ de despedir al Sr. Mueller, el abogado de la Casa Blanca, Donald F. McGahn II, se negó a pedirle al Departamento de Justicia que desestimara al abogado especial, diciendo que renunciaría en su lugar, dijo la gente. Hablaron bajo condición de anonimato porque no querían que se los identificara para discutir una investigación continua.
El Sr. McGahn no estuvo de acuerdo con el caso del presidente y les dijo a los altos funcionarios de la Casa Blanca que despedir al Sr. Mueller tendría un efecto catastrófico en la presidencia del Sr. Trump. El Sr. McGahn también les dijo a los funcionarios de la Casa Blanca que el Sr. Trump no cumpliría el despido por sí mismo. El presidente luego retrocedió.
Ty Cobb, quien maneja la relación de la Casa Blanca con la oficina del Sr. Mueller, dijo en un comunicado: "Nos negamos a comentar por respeto a la Oficina del Asesor Especial y su proceso".
El Sr. McGahn, un veterano abogado republicano de finanzas de campaña en Washington que sirvió en la Comisión Federal Electoral, fue el principal abogado en la campaña del Sr. Trump. Ha estado involucrado en casi todas las decisiones clave que el Sr. Trump ha tomado, como el despido del ex director del FBI, que está siendo examinado por el Sr. Mueller.
Al Sr. McGahn también le preocupaba que despedir al abogado especial incitara a más preguntas sobre si la Casa Blanca estaba tratando de obstruir la investigación de Rusia.
Alrededor de la época en que el Sr. Trump quería despedir al Sr. Mueller, el equipo legal del presidente, dirigido entonces por su abogado personal de larga data en Nueva York, Marc E. Kasowitz, tomaba un enfoque antagónico a la investigación de Rusia. Los abogados del presidente estaban investigando posibles problemas de conflicto de intereses para el Sr. Mueller y su equipo, según funcionarios actuales y anteriores de la Casa Blanca, y los informes de los medios informativos revelaron que varios de los fiscales del Sr. Mueller habían donado a los Demócratas .
El Sr. Mueller no pudo haber considerado legalmente las afiliaciones políticas al tomar decisiones de contratación. Pero para los seguidores de Trump, esto reforzó la idea de que, aunque Mueller es republicano, había reunido a un equipo de demócratas para derrocar al presidente.
Otra opción que el Sr. Trump consideró en las discusiones con sus asesores fue despedir al vicefiscal general, Rod J. Rosenstein, y elevar a la oficial número 3 del Departamento de Justicia, Rachel Brand, para supervisar al Sr. Mueller. El Sr. Rosenstein ha supervisado la investigación desde marzo, cuando el Fiscal General Jeff Sessions se recusó .
El Sr. Trump ha disminuido significativamente sus críticas al Sr. Mueller desde que contrató al Sr. Cobb para su equipo legal en julio. Veterano de varias controversias de alto perfil en Washington, el Sr. Cobb conoce al Sr. Mueller desde hace décadas, saliendo de sus primeras carreras en el Departamento de Justicia.
Le aconsejó al Sr. Trump que no tenía nada que ganar del combate con el Sr. Mueller, un ex fiscal muy respetado y director del FBI que tiene el poder de citación como abogado especial. Desde la llegada del Sr. Cobb, la Casa Blanca ha operado bajo la premisa de que la forma más rápida de despejar la nube de sospechas era cooperar con el Sr. Mueller, no luchar contra él.
Sin embargo, el Sr. Trump ha vacilado durante meses sobre si quiere despedir al Sr. Mueller, lo cual es una preocupación omnipresente entre el equipo legal del presidente y sus colaboradores cercanos. La Casa Blanca ha negado casi una docena de veces desde junio que Trump estaba considerando despedir al Sr. Mueller. Los abogados del presidente, incluido el Sr. Cobb, han tratado de mantener calmada al Sr. Trump asegurándole durante meses, en medio de nuevas revelaciones sobre la investigación, que está a punto de terminar.
El Sr. Trump siempre ha demostrado una preocupación por aquellos que han supervisado la investigación de Rusia. En marzo, después de que el Sr. McGahn no logró persuadir al Fiscal General Jeff Sessions de que no se rehusara a contestar, el Sr. Trump se quejó de que necesitaba a alguien leal para que supervisara el Departamento de Justicia.
El ex director del FBI, James B. Comey, dijo que el Sr. Trump le pidió lealtad y lo alentó a realizar una investigación sobre su ex asesor de seguridad nacional, Michael T. Flynn. El Sr. Comey dijo que esquivó esas solicitudes. Él fue despedido pronto .
En una entrevista con The New York Times en la Oficina Oval en julio, el presidente mantuvo abierta la opción de despedir al Sr. Mueller, diciendo que el abogado especial estaría pasando una línea roja si su investigación se ampliara para ver las finanzas del Sr. Trump. . El Sr. Trump dijo que nunca hubiera convertido al Sr. Sessions en fiscal general si hubiera sabido que se retiraría de la investigación.
El mes pasado, mientras los republicanos aumentaban sus ataques contra el abogado especial, el Sr. Trump dijo en una entrevista con The Times que creía que el Sr. Mueller lo trataría con justicia.
"No, no me molesta porque espero que sea justo", dijo Trump en respuesta a una pregunta sobre si le molestaba que el Sr. Mueller aún no hubiera terminado su investigación. "Creo que va a ser justo".
El Sr. Trump agregó: "No ha habido colusión. Pero creo que va a ser justo ".
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